Se puede visitar esta exposición hasta el 31 de Diciembre de 2019 en el Edificio Seminario de Zaragoza o en el Atrio de la Capilla número 1 del Cementerio de Torrero.
lunes, 16 de diciembre de 2019
EXPOSICIÓN SOBRE LA FIGURA DE JOSÉ BUENO
La Hermandad del Silencio ha colaborado en la exposición que el Ayuntamiento de Zaragoza está realizando en torno a la figura de José Bueno autor de la talla del Cristo del Silencio y de La Virgen de las Lágrimas.
Se puede visitar esta exposición hasta el 31 de Diciembre de 2019 en el Edificio Seminario de Zaragoza o en el Atrio de la Capilla número 1 del Cementerio de Torrero.
Se puede visitar esta exposición hasta el 31 de Diciembre de 2019 en el Edificio Seminario de Zaragoza o en el Atrio de la Capilla número 1 del Cementerio de Torrero.
viernes, 17 de mayo de 2019
viernes, 8 de febrero de 2019
Pregón Semana Santa 1970
Extraído del Pregón de Semana Santa de 1970 de José María Ferrer Serrrano "Gustavo Adolfo"
Describe varios tambores de Alcañiz, de guerra, de la paz, lírico, del campo, de la belleza, del arte, y el de la Semana Santa que es el que reproducimos aquí. Las fotos son las que aparecen en la versión
impresa del dicho Pregón.
La túnica, azul celeste;
la caperuza, rizada...
¡y el corazón de Alcañiz
tambor de Semana Santa!
El tamborero está en pie,
erguido junto a la Estanca:
Un simbolismo de gloria,
que enciende la tamborada
con que pregona Alcañiz
su duelo en Semana Santa.
Lunes Santo
Jesús, muriendo en la Cruz;
su Madre, desconsolada,
y un grito en dolor, sonando
con un temblor que no acaba:
Redoble de los tambores
con que Alcañiz cuenta y canta
ese dolor infinito;
¡dolor de Semana Santa!
Y en el tambor del dolor,
un bisbieso suavísimo
golpea con la oración.
Apenas es un suspiro,
alma que no tiene voz;
lágrima sola que roza
la dulce piel del tambor.
Es Lunes Santo: ya pasa
bis-bis de la procesión.
Los niños rezan, sonando
su dulce, infantil tambor:
ese bis-bis que acaricia
la flor de su corazón.
Martes Santo
Un Via Crucis golpea
la tarde de Martes Santo
tambores de las conciencias.
¡Despierta, tú alcañizano,
y reza!
Dile a Jesús la palabra
que está esperando en su pena.
Pronto será Cristo muerto,
diciéndonos con la esencia
de Redención, su perdón
en una palabra eterna.
La Madre y el Hijo:
los dos frente a frente.
El ya, sin cobijo.
Ella amargamente
llorando la ardiente,
profunda amargura de su corazón;
desbordando el alma de amor, de ternura
por el Hijo bueno, por su desventura
andando el camino de Santa Pasión.
No se han dicho nada;
pero en el encuentro,
¡qué estruendo por dentro
del alma angustiada!
Desde su mirada
redobla el dolor;
es hondo el sonido,
es el golpe seco de un seco latido
que hace la tristeza eterno tambor.
Miércoles Santo
Mírale por dónde viene
el buen Jesús Nazareno.
Toda su carne se duele,
gritando su sufrimiento.
Un dardo tiembla en el aire
y el silencio,
y al aire mismo se clava
con un temblor duro y seco.
¡Mírale por donde viene
el buen Jesús Nazareno!
Tamblor de Miércoles Santo;
dardo clavado en el cielo;
pregón de carne rasgada;
sangre de Dios, de su cuerpo
y de su frente...
Un suspiro
golpea el dolor sereno;
El ha nenido a morir,
-Rey con corno y con cetro-,
y a perdonar a los hombres
clavado sobre un madero.
Pero entretanto, sonando
doliente en el martilleo,
tambor de Miércoles Santo
pregona el paso del Verbo.
Y entre el dolor y la angustia,
otra vez, dulce, en el tiempo,
ese perdón en los ojos
que lloran llanto del Cielo;
ese perdón que, a los hombres,
nos da Jesús Nazareno.
Jueves Santo
Es un silencio de muerte
el silencio.
un grito largo y profundo
el silencio
del alma, el corazón
y el pensamiento.
¡Y cómo está resonando,
tundiendo
el tambor del dolor
ese silencio!
Y te veo morir, Señor del Mundo,
clavado en esa Cruz y escarnecido;
y te veo morir, el pecho herido
por la lanza que abrió surco profundo.
Y te veo, Señor, que moribundo,
aún devuelves el Bien con tu latido,
y perdonas a aquel que te ha ofendido
para hacer el perdón ancho y fecundo.
El amor con amor, Señor, se paga,
y a tus miembros que están mudos y yertos
y a tu pecho que sangra en viva llaga,
con éstos mis amores hoy despiertos
tu angustia enjugaré, porque embriaga
el calor de tus brazos siempre abiertos.
Viernes Santo
Viernes Santo. La una de la tarde.
Y rompe su pregón la tamborada:
es rito, tradición, alma empapada
de fervor infinito.
Es un alarde
de sonido en dolor; sangre que arde
por la piel del tambor; que, derramada
del alma de Alcañiz, deja enjoyada
esa piel del tambor, sin que acobarde
el dolor y el cansancio al tamborero.
El le quiebra a la noche su capuz,
y pone el corazón tan por entero,
redoblando el tambor, que se hace luz
e ilumina en sonido ese madero
donde el Sol de la Vida muere en cruz.
Estira Alcañiz sus brazos
buscando abrazarse al mar:
Gandesa, Tortosa, Amposta
su brazo izquierdo se va;
y va el derecho a Morella
y Vinaroz; y así dan
su resonante sonido
en el tambor de la mar,
los dos abiertos caminos
camino a la inmensidad,
que están curvados, lo mismo
que brazos al redoblar.
Redobla Alcañiz su austera
Semana Santa en el mar,
y el Viernes Santo la dice
hecho el sonido caudal:
la Virgen está ya sola;
sola con su soledad.
La Virgen Madre se ha puesto
a llorar.
Dulce Madre de Dios, Flor de la pena,
corazón traspasado de puñales,
que sostiene al rosal de sus rosales
en su tibio regazo de azucena.
Dulce Madre de Dios que eres Patena
sosteniendo a Jesús y que, a raudales,
das la miel de tus besos maternales
en la paz de su frente nazarena,
mírame junto a Tí con mi desvelo;
que, aunque en llanto de lágrimas mezquinas,´
sólo ansío enjugar tu desconsuelo:
El dolor de tus lágrimas divinas,´
y Contigo besar la Flor del Cielo,
y arrancarle con besos las espinas.
Sábado Santo
Cristo ha escalado la cumbre
del más acerbo dolor,
y en la raíz del tambor
se está apagando su lumbre.
Silencio al tambor despierto
en esas horas cruciales,
porque el Rosal de rosales,
Cristo Jesús, está muerto.
¡Silencio, tambor! Tu fuerte
y prolongado quejido,
ha de dormir su sonido
con ese sueño de muerte.
¡Hasta que Cristo despierte
a Gloria ya renacido!
Yaces muerto, Señor... Lirio tronchado
paréceme tu carne lacerada,
como flor que, con furia refinada,
arrancó el vendaval cruel y airado.
Yaces muerto, Señor... Está apagado
aquel ígneo sol de tu mirada.
Una rosa es tu mano desmayada
y es un clavel abierto tu costado.
Tu cabeza se inclina rota, inerte,
al dolor y a la muerte ya vencida...
El alma del artista supo verte:
Tu imagen es la muerte, así, dormida...
El artista le dio vida a tu Muerte
con la Muerte que Tú nos diste Vida.
Resurrección
Pero queda el tambor de la paloma
otra vez el domingo a resonar:
una gracia sin fin, hecha de aroma
sobre toda la piel del olivar.
"Palometas" al aire con su vuelo
ya trocaron, del duelo, todo agraz.
¡Ya es la Pascua!, y golpean por el cielo
el tambor de alegría de la Paz.
* * *
Tu símbolo, Alcañiz, es el tambor;
el redondo tambor: vigor ungido
de un vibrante dolor hecho sonido
que resuena con vivido fragor.
Treno largo, tambor, a dar amor
de un eterno Alcañiz estremecido
en su misma raíz con el latido
por la muerte de Cristo Redentor.
Tambor grave; tu voz que el duelo canta
y nace, de tu entraña, en lo profundo,
y a las cumbres del cielo se levanta,
da, de nuevo, el redoble tan fecundo
y pregone Alcañiz Semana Santa
por ti, desde Aragón, ¡y para el mundo!
Gustavo ADOLFO
Describe varios tambores de Alcañiz, de guerra, de la paz, lírico, del campo, de la belleza, del arte, y el de la Semana Santa que es el que reproducimos aquí. Las fotos son las que aparecen en la versión
impresa del dicho Pregón.
La túnica, azul celeste;
la caperuza, rizada...
¡y el corazón de Alcañiz
tambor de Semana Santa!
El tamborero está en pie,
erguido junto a la Estanca:
Un simbolismo de gloria,
que enciende la tamborada
con que pregona Alcañiz
su duelo en Semana Santa.
Lunes Santo
Jesús, muriendo en la Cruz;
su Madre, desconsolada,
y un grito en dolor, sonando
con un temblor que no acaba:
Redoble de los tambores
con que Alcañiz cuenta y canta
ese dolor infinito;
¡dolor de Semana Santa!
Y en el tambor del dolor,
un bisbieso suavísimo
golpea con la oración.
Apenas es un suspiro,
alma que no tiene voz;
lágrima sola que roza
la dulce piel del tambor.
Es Lunes Santo: ya pasa
bis-bis de la procesión.
Los niños rezan, sonando
su dulce, infantil tambor:ese bis-bis que acaricia
la flor de su corazón.
Martes Santo
Un Via Crucis golpea
la tarde de Martes Santo
tambores de las conciencias.
¡Despierta, tú alcañizano,
y reza!
Dile a Jesús la palabra
que está esperando en su pena.
Pronto será Cristo muerto,
diciéndonos con la esencia
de Redención, su perdón
en una palabra eterna.
La Madre y el Hijo:
los dos frente a frente.
El ya, sin cobijo.
Ella amargamente
llorando la ardiente,
profunda amargura de su corazón;
desbordando el alma de amor, de ternura
por el Hijo bueno, por su desventura
andando el camino de Santa Pasión.
No se han dicho nada;
pero en el encuentro,
¡qué estruendo por dentro
del alma angustiada!
Desde su mirada
redobla el dolor;
es hondo el sonido,
es el golpe seco de un seco latido
que hace la tristeza eterno tambor.
Miércoles Santo
Mírale por dónde vieneel buen Jesús Nazareno.
Toda su carne se duele,
gritando su sufrimiento.
Un dardo tiembla en el aire
y el silencio,
y al aire mismo se clava
con un temblor duro y seco.
¡Mírale por donde viene
el buen Jesús Nazareno!
Tamblor de Miércoles Santo;
dardo clavado en el cielo;
pregón de carne rasgada;
sangre de Dios, de su cuerpo
y de su frente...
Un suspiro
golpea el dolor sereno;
El ha nenido a morir,
-Rey con corno y con cetro-,
y a perdonar a los hombres
clavado sobre un madero.
Pero entretanto, sonando
doliente en el martilleo,
tambor de Miércoles Santo
pregona el paso del Verbo.
Y entre el dolor y la angustia,
otra vez, dulce, en el tiempo,
ese perdón en los ojos
que lloran llanto del Cielo;
ese perdón que, a los hombres,
nos da Jesús Nazareno.
Jueves Santo
Es un silencio de muerte
el silencio.un grito largo y profundo
el silencio
del alma, el corazón
y el pensamiento.
¡Y cómo está resonando,
tundiendo
el tambor del dolor
ese silencio!
Y te veo morir, Señor del Mundo,
clavado en esa Cruz y escarnecido;
y te veo morir, el pecho herido
por la lanza que abrió surco profundo.
Y te veo, Señor, que moribundo,
aún devuelves el Bien con tu latido,
y perdonas a aquel que te ha ofendido
para hacer el perdón ancho y fecundo.
El amor con amor, Señor, se paga,
y a tus miembros que están mudos y yertos
y a tu pecho que sangra en viva llaga,
con éstos mis amores hoy despiertos
tu angustia enjugaré, porque embriaga
el calor de tus brazos siempre abiertos.
Viernes Santo
Viernes Santo. La una de la tarde.
Y rompe su pregón la tamborada:
es rito, tradición, alma empapada
de fervor infinito.
Es un alarde
de sonido en dolor; sangre que arde
por la piel del tambor; que, derramada
del alma de Alcañiz, deja enjoyada
esa piel del tambor, sin que acobarde
el dolor y el cansancio al tamborero.
El le quiebra a la noche su capuz,
y pone el corazón tan por entero,
redoblando el tambor, que se hace luz
e ilumina en sonido ese madero
donde el Sol de la Vida muere en cruz.
Estira Alcañiz sus brazos
buscando abrazarse al mar:
Gandesa, Tortosa, Amposta
su brazo izquierdo se va;
y va el derecho a Morella
y Vinaroz; y así dan
su resonante sonido
en el tambor de la mar,
camino a la inmensidad,
que están curvados, lo mismo
que brazos al redoblar.
Redobla Alcañiz su austera
Semana Santa en el mar,
y el Viernes Santo la dice
hecho el sonido caudal:
la Virgen está ya sola;
sola con su soledad.
La Virgen Madre se ha puesto
a llorar.
Dulce Madre de Dios, Flor de la pena,
corazón traspasado de puñales,
que sostiene al rosal de sus rosales
en su tibio regazo de azucena.
Dulce Madre de Dios que eres Patena
sosteniendo a Jesús y que, a raudales,
das la miel de tus besos maternales
en la paz de su frente nazarena,
mírame junto a Tí con mi desvelo;
que, aunque en llanto de lágrimas mezquinas,´
sólo ansío enjugar tu desconsuelo:
El dolor de tus lágrimas divinas,´
y Contigo besar la Flor del Cielo,
y arrancarle con besos las espinas.
Sábado Santo
Cristo ha escalado la cumbre
del más acerbo dolor,
y en la raíz del tambor
se está apagando su lumbre.
Silencio al tambor despierto
en esas horas cruciales,
porque el Rosal de rosales,
Cristo Jesús, está muerto.
¡Silencio, tambor! Tu fuerte
y prolongado quejido,
ha de dormir su sonido
con ese sueño de muerte.
¡Hasta que Cristo despierte
a Gloria ya renacido!
Yaces muerto, Señor... Lirio tronchado
paréceme tu carne lacerada,
como flor que, con furia refinada,
arrancó el vendaval cruel y airado.Yaces muerto, Señor... Está apagado
aquel ígneo sol de tu mirada.
Una rosa es tu mano desmayada
y es un clavel abierto tu costado.
Tu cabeza se inclina rota, inerte,
al dolor y a la muerte ya vencida...
El alma del artista supo verte:
Tu imagen es la muerte, así, dormida...
El artista le dio vida a tu Muerte
con la Muerte que Tú nos diste Vida.
Resurrección
Pero queda el tambor de la paloma
otra vez el domingo a resonar:
una gracia sin fin, hecha de aroma
sobre toda la piel del olivar.
"Palometas" al aire con su vuelo
ya trocaron, del duelo, todo agraz.
¡Ya es la Pascua!, y golpean por el cielo
el tambor de alegría de la Paz.
* * *
Tu símbolo, Alcañiz, es el tambor;
el redondo tambor: vigor ungido
de un vibrante dolor hecho sonido
que resuena con vivido fragor.
Treno largo, tambor, a dar amor
de un eterno Alcañiz estremecido
en su misma raíz con el latido
por la muerte de Cristo Redentor.
Tambor grave; tu voz que el duelo canta
y nace, de tu entraña, en lo profundo,
y a las cumbres del cielo se levanta,
da, de nuevo, el redoble tan fecundo
y pregone Alcañiz Semana Santa
por ti, desde Aragón, ¡y para el mundo!
Gustavo ADOLFO
lunes, 14 de enero de 2019
Celebrado el Capítulo de la Hermandad, donde se expuso a los asistentes el acta del capítulo anterior, el estado de cuentas y todas las actuaciones realizadas de cara a la próxima Semana Santa y siguiendo el orden del día se procedió al nombramiento de los Hermanos de Honor.
Se nombró Hermano Mayor de Honor a la Guardia Civil, lo recibió el Capitán del puesto de Alcañiz, que estuvo acompañado por varios compañeros y agradeció a la Junta dicho nombramiento.
La elección del Hermano Mayor de Turno este año se realizó por sorteo, correspondió al nº 1360
y corresponde a Isabel Celma Romeo, que al hacérselo saber se mostró sorprendida y a la vez encantada de poder vivir una Semana Santa diferente.
Se produjo la baja voluntaria en la junta de Ángel Lasmarias, una despedida muy emotiva para todos, Ángel fue relevado por Javier Mor que toma posesión del cargo con mucha ilusión.
Se nombró Hermano Mayor de Honor a la Guardia Civil, lo recibió el Capitán del puesto de Alcañiz, que estuvo acompañado por varios compañeros y agradeció a la Junta dicho nombramiento.
La elección del Hermano Mayor de Turno este año se realizó por sorteo, correspondió al nº 1360y corresponde a Isabel Celma Romeo, que al hacérselo saber se mostró sorprendida y a la vez encantada de poder vivir una Semana Santa diferente.
Se produjo la baja voluntaria en la junta de Ángel Lasmarias, una despedida muy emotiva para todos, Ángel fue relevado por Javier Mor que toma posesión del cargo con mucha ilusión.
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